No siempre vas a poder detectar si alguien consume metanfetamina. Alguien que consume metanfetamina puede sentir una sensación pasajera de euforia, lucidez y energía.
Pero el consumo de cristal cambia cómo funciona el cerebro y acelera los sistemas del cuerpo a niveles peligrosos y, a veces, mortales, aumentando el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura del cuerpo, la respiración y el riesgo de sufrir ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Las personas que consumen cristal con frecuencia también sienten ansiedad, confusión, insomnio, paranoia, agresión, alucinaciones visuales y auditivas, alteraciones del estado de ánimo y delirios.